Llevo algunas tardes comiendo bistec y tomando cerveza, hoy mientras cumplía cabalmente mi ritual de troglodita, tuve una reminiscencia, no sé si fue Platónica o sólo ocurrió una descompensación química de mis neuronas. En fin, sucede que por un momento sentí estar viviendo algo ya vivido. Fue una sensación comandada por imágenes en desorden; primero vino la asfixia que duro meses, después una mudanza circense, con malabares nocturnos, no deja de ser cómico tener que hurtar de la casa de uno, objetos que son de uno, ir sacando en partes la vida antes vivida para mudar el alma y la escasa fuerza que resta, después de haber creído que amar es comerse al otro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario